Hay gestos que van asociados de forma natural a la alegría, aún sin saberlo antes de convivir con un bebé. Uno de ellos es la pedorreta, la pedorreta que sale desde lo más profundo del ser para expandir su vibración por el aire hasta que ya no queda ni una gota en los mofletes previamente henchidos.
No se trata de una pedorreta aprendida, es una pedorreta innata. La materialización del dicho «no caber en sí de gozo» y, por ello, Seguir leyendo